Un medicamento probiótico ha demostrado reducir el riesgo de infecciones recurrentes en el tracto urinario en casi a la mitad, lo que es comparable al tratamiento profiláctico con antibióticos, el tratamiento estándar actual para las infecciones recurrentes del tracto urinario.
La preocupación por la creciente resistencia a los antimicrobianos de uso común tales como el trimetoprim-sulfametoxazol y fluoroquinolonas ha llevado a la búsqueda de medios alternativos para prevenir las infecciones del tracto urinario (ITU), las recientes investigaciones se han centrado sobre cepas de lactobacilos productoras de peróxido de hidrógeno.
Estos lactobacilos constituyen la flora vaginal dominante y regulan, por competencia, el crecimiento de otros microbios en el área urogenital, incluyendo a la nefasta Escherichia, causante de una gran parte de las cistitis bacterianas agudas. Las mujeres que padecen ITU recurrentes se ha demostrado que tienen una población de lactobacilos vaginales muy disminuida en el momento de su infección por E. coli (J. Infect Dis 1998;.. 178:446-50).
Los nuevos hallazgos de un ensayo aleatorizado, controlado frente a placebo, administrando un supositorio vaginal que contiene Lactobacillus crispatus en 100 mujeres jóvenes. Los resultados fueron publicados el pasado 15 de abril en la revista Clinical Infectious Diseases Clin Infect Dis 2011; 52:1212-17.
Para su investigación, la Dra. Ann E. Stapleton, de la Universidad de Washington en Seattle, y sus colegas, reclutaron a mujeres con cistitis bacteriana y con historia de ITU recurrente que se asignaron al azar a Lactin-V (Osel Inc., Mountain View, California) , un producto que contiene Lactobacillus crispatus o placebo. Las mujeres (edad media 21 años) se aplicaron Lactin-V o placebo diariamente durante 5 días y luego una vez por semana durante 10 semanas. Los investigadores recogieron muestras de orina para un cultivo y muestras vaginales para evaluar el nivel de colonización de L. crispatus.
El urocultivo confirmó que la infección urinaria recurrente ocurrió en 7 de 48 mujeres (15%) del grupo que recibió Lactin-V, en comparación con la ITU en 13 de 48 mujeres (27%) que recibieron placebo (RR 0,5, IC 95% intervalo de confianza, 0.2 a 1.2).
Los investigadores han destacado, como uno de los puntos fuertes del estudio, el método cuantitativo para evaluar la flora vaginal después de ITU, que les brinda una imagen más precisa de los cambios en el equilibrio de la microflora vaginal
Los investigadores también señalaron que la colonización vaginal de alto nivel con L. crispatus durante el seguimiento se asoció con una reducción significativa en la ITU recurrente sólo para las mujeres que usan los supositorios. En su análisis, el doctor Stapleton y sus colegas llamaron a este hallazgo “sorprendente” y la hipótesis de que el uso de Lactin-V “le confiere una ventaja significativa sobre la repoblación de la microflora vaginal con L. crispatus” y que esta bacteria ofrece “propiedades únicas de protección” sobre el proceso de recolonización natural.